La UNT, junto con la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, desarrolla proyectos tendientes a combatir los principales factores patógenos. Un bioproducto con patentamiento.
Con el objetivo de avanzar en investigaciones y prevenir enfermedades en los cultivos, la UNT interactúa con distintas instituciones del medio. Una de ellas, es la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC) con la cual la Universidad viene desarrollando diferentes líneas de acción para combatir los principales factores patógenos que aparecen en los cítricos.
“La EEAOC es contemporánea de la UNT y en ese transitar juntos, hace más de un siglo, hemos encontrado muchos puntos en común. Nuestra interacción no es solamente en la etapa de formación de recursos humanos, sino que muchos alumnos de la UNT realizan sus trabajos de investigación, tesinas, pasantías y eslabonamientos concretos que se traducen en proyectos que se llevan a cabo en las secciones de biotecnología, zoología agrícola, y agro meteorología”, explicó el director técnico de la EEAOC, Daniel Ploper.
Respecto a los principales factores patógenos y al avance en el tratamiento de los mismos, el ingeniero explicó: “en nuestro Laboratorio de Diagnóstico se analizan las muestras y luego se hacen aislamientos en medios de cultivo y la identificación del patógeno. Son numerosos los tipos de microorganismos que causan enfermedades como ser hongos, bacterias, virus, viroides y microplasmas”.
Actualmente la interacción con la UNT está centrada en el estudio del Huanglongbing (HLB) de los cítricos. “El HLB es causado por una bacteria que está en el floema de la planta y que termina causando la mortandad de la misma, por lo tanto, es una enfermedad que preocupa mucho, todavía no está en el país y es transmitida por un insecto vector que la pasa de plantas enfermas a plantas sanas. Además de los cítricos existen otras plantas hospederas como el Mirto (Murraya paniculata) que también puede albergar tanto a la bacteria como al vector; este vector tampoco está en Tucumán, pero sí se encuentra en las provincias de Salta, Jujuy y en la región del NEA”, detalló. “La tarea fundamental es prevenir su ingreso. Esto se logra evitando que entren plantas, frutas, yemas y cualquier parte vegetal que provenga de otra región; en esto es fundamental la divulgación, no solamente para que el agricultor sepa, sino para que la población en general conozca y evite traer plantas ornamentales y cítricas”, agregó Ploper.
Un bioproducto con patentamiento
El proyecto “Patógenos inducidos por una respuesta de la planta elagitanino”, desarrollado por docentes de las facultades de Agronomía y Bioquímica junto con becarios del Insibio-Conicet y profesionales de la EEAOC, consiste en un bioproducto que, aplicado al cultivo de frutillas o de otros frutos, sirve como inductor de la defensa de las plantas. “Se trata de un compuesto que surge de una interacción planta-patógeno, concretamente de un hongo que ataca la frutilla. La primera de las tesis doctorales consistió en identificar cuál de esos hongos producía una reacción de defensa de inmunización en una variedad de frutilla, luego comprobamos que esa inmunización podía extenderse también a otras variedades de la fruta. En otra tesis doctoral, pudimos identificar el principio activo que tenía el hongo que producía dicha inmunización y entonces aislamos los genes que estaban implicados en él. En la síntesis de este principio activo vimos que era capaz de inducir la respuesta de defensa no sólo en frutilla sino en otros cultivos”, informó el codirector del trabajo, Atilio Castagnaro.
Mediante un convenio entre la UNT y la EEAOC se hizo una patente en Argentina pero también un licenciamiento con la empresa Laboratorio Biagro S.A, que desarrolló Biagro ISDV (Inductores de los Sistemas de Defensa Vegetal), una línea de Bioproductos basados en este principio activo patentado en 33 países entre los cuales se encuentran China, Japón y Estados Unidos.