El acto fue en el Teatro Alberdi con la presencia de la rectora Alicia Bardón y las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras. Bailes típicos y disertaciones.
Las condiciones políticas y económicas de su país los obligaron a migrar en los años 80. Algunos lo hicieron a países cercanos, otros sin embargo, buscaron refugio en otros continentes. Es el caso de las familias coreanas, que llegaron a nuestra provincia en busca de nuevas oportunidades. Desde ese entonces y hasta la actualidad, la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT los acogió y fue creando numerosos vínculos con esta comunidad. Por esos, sus miembros, realizaron esta mañana un acto en homenaje a los cien años de la UNT en el Teatro Alberdi.
Fue una ceremonia emotiva, donde hubo agradecimientos, entrega de obsequios representativos para ambas culturas y hasta una muestra de baile típico de ese país oriental.
La rectora Alicia Bardón, participó de los festejos y agradeció la iniciativa coreana. “Es un honor para la UNT y un orgullo para mí como rectora, que la comunidad coreana nos rinda homenaje en nuestros cien años. La Universidad nació con una fuerte impronta cultural, creada para integrar y servir a todos los miembros de una provincia en constante crecimiento. Por eso siempre le daremos la bienvenida a otras culturas”, dijo durante su discurso. Además elogió el espíritu de trabajo que caracteriza a esa comunidad. “Para los tucumanos son un ejemplo de tenacidad, esfuerzo, paciencia y creatividad que les sirvió para establecerse en nuestra sociedad y crecer como miembros activos de la misma”, mencionó la rectora.
En el acto estuvieron presentes además, la decana de la Facultad de Filosofía y Letras, Mercedes Leal junto a los miembros de la Asociación Coreana de Tucumán, Comité de Asesoramiento para la unificación de la nación Coreana, Asociación Argentina de Estudios Coreanos y el Centro de Estudios de Asia y África. En representación de este último, la profesora Liliana Palacios de Cosiansi, destacó la relación académica que los vincula. “El Centro de Estudios de Asia y África se suma con profunda alegría a esta ceremonia. Hemos forjado una relación académica ininterrumpida de más de 25 años. Hoy tenemos un vínculo cultural e institucional de construcción recíproca”, puntualizó.
El acto cerró con una colorida presentación artística, donde niños de un colegio coreano exhibieron artes marciales y el baile del abanico o “Buchechum”. Además hicieron entrega a la rectora de un singular obsequio que simboliza el deseo de los coreanos por la unión definitiva de su país. Se trata de un dibujo realizado por una niña de 12 años, en el marco de un concurso que buscaba representar el ideal de esa nación.