El decano, Sergio Pagani, instó a los graduados a seguir perfeccionándose. Distinción al mejor promedio.
El pasado miércoles, en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET), se realizó el último acto académico de colación de grado y posgrado del año.
En el Anfiteatro A1 de la FACET, 35 alumnos recibieron sus títulos de manos de las autoridades de esta unidad académica.
El decano, Sergio Pagani, entregó 25 diplomas de título de grado y 10 diplomas de posgrado.
Pagani instó a los graduados a seguir perfeccionándose, y puso énfasis en el apoyo que la Facultad les brindará en esta nueva etapa.
Con un promedio de 9.32, Javier Augusto Sayago, reciente egresado de la carrera de Diseño de Iluminación fue distinguido en el acto con el Premio “Ing. Roberto Alfredo Herrera” que consiste en una medalla de oro que se otorga al mejor promedio de la Facultad. Sayago, quien también es músico y ahora trabaja en Buenos Aires como asesor técnico-comercial para una firma privada, se refirió a los desafíos que hay detrás de un desempeño académico soñado.
“Honestamente, opino que la distinción en base a un número de este tipo no logra reflejar el esfuerzo real que un estudiante puede llegar a hacer a lo largo de su carrera académica. Solo me pone contento, porque al ser mi carrera del tipo proyectual, la nota de muchas materias depende de la calidad de los proyectos presentados, y al obtener una nota elevada, esto habla de que resolví inteligentemente gran parte de los proyectos que elaboré. No me lo esperaba a pesar de saber que tenía un promedio elevado. No sabía que se entregaban medallas por esto”, mencionó. “Los desafíos tuvieron que ver con los tiempos involucrados. Generalmente al cursar varias materias, y hablo solo de la cantidad que establece el plan de estudio, uno termina haciendo equilibrio entre exámenes, proyectos, parciales, y demás, durante varias semanas. Los desafíos fueron alcanzar un nivel de actividad elevado, sobrellevar el estrés y ser expeditivo con las tareas que involucran el cursado de cualquier carrera. Estos desafíos fueron superados simplemente con constancia y una actitud proactiva, ya que uno aprende mientras transita este camino, no hay fórmulas establecidas”, agregó.
Combinar las actividades académicas y recreativas no fueron un impedimento para el joven de 29 años. “A diferencia del ámbito laboral, uno como estudiante puede regular la dedicación que le da a la carrera, en función de los tiempos, intereses, y ganas que uno tenga. Esto influye obviamente en la duración de la misma. Pero creo que tranquilamente uno puede llevar una vida académica con dedicación full time y encarar otras actividades del tipo placenteras, mientras no involucren demasiado tiempo. No creo a su vez, que uno pueda sostener por largos periodos de tiempo una dedicación laboral y académica full time. Hay gente que lo hace, que logra dosificar y distribuir su tiempo en ambas cosas, pero no creo que sea algo saludable por largos periodos de tiempo. En mi caso también soy músico, y siempre pude dedicarle el tiempo que quería a la música, casi nunca surgieron conflictos de tiempo”, añadió.
Finalmente, el flamante egresado dio un consejo a los próximos aspirantes a cursar la carrera de Diseño en Iluminación. “Les recomiendo planificar y planificar. La organización como tal es un ejercicio que se va perfeccionando en el tiempo. La realidad casi nunca suele salir como lo planeado, pero cuanto más se planifique, menos contratiempos van a surgir, y todo va a fluir más ordenadamente”, concluyó.
Luciana Chimirri
Área de Comunicación de Comunicación Institucional
Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología
