Luego de ganar la instancia capital de la feria de ciencias, autoridades del Instituto Oral Tucumán y un grupo de alumnos hipoacúsicos tomaron contacto con el ProDis para trabajar en conjunto.
El efecto que provocan las pilas en el medio ambiente es cualquier cosa menos benéfico, con el agravante de que se trata de un producto de uso masivo, con lo que a nivel global el drama ambiental es mucho más grave.
Se estima que una pequeña pila de tipo botón, como las que se usa en relojes o audífonos es capaz de contaminar unos 600 mil litros de agua, mientras la pila de zinc poluciona unos 12 mil litros y la pila alcalina unos 167 mil litros.
Esto llevó a los integrantes del Instituto Oral Tucumán (IOT) a trabajar en un proyecto al que denominaron RECOPILA y que está orientado a encontrar soluciones a esta problemática.
“Nuestros alumnos utilizan una gran cantidad de pilas para sus audífonos y, a partir de esto, vimos que existe un marcado desconocimiento sobre qué hacer con este tipo de materiales una vez que no se los utiliza”, explica la trabajadora social e integrante de esa institución, María Adela Olmos.
“Mientras recogíamos las pilas, nos encontrábamos con que no teníamos un lugar donde derivarlas. Entonces reorientamos el proyecto hacia la difusión y la sensibilización de la comunidad para, a partir de allí, modificar los hábitos en cuanto a la utilización de estos elementos”, agregó.
De esta manera, las autoridades del IOT y un grupo de diez alumnos hipoacúsicos, presentaron el proyecto RECOPILA en la instancia Capital de la Feria de Ciencias organizada por el Ministerio de Educación de la Provincia y participarán en una segunda etapa, que es a nivel provincial, en la que plantearán cuáles son las acciones concretas que desarrollan para darle continuidad la iniciativa.
“Es por eso que recurrimos a la Universidad Nacional de Tucumán a través del ProDis (Programa de Discapacidad e Inclusión Social), que depende de la Secretaría de Bienestar Universitario ya que siempre colaboran con nosotros. Estamos intentando armar una red de instituciones públicas y privadas para que nos facilite la recolección y disposición de las pilas”, agrega Josefina Vera, también del IOT.
El director del ProDis, Darío Mamaní, explicó que articulan con distintas instituciones que trabajan en materia de inclusión educativa. “Tomamos conocimiento de este proyecto y nos pareció muy importante ya que aporta a cambiar nuestra mentalidad respecto a las consecuencias que genera el deshecho de las pilas, tanto las que se usan en audífonos, como las alcalinas”, analizó.
Al igual que las integrantes del IOT, Mamaní se refirió a la falta de un lugar para depositar las pilas en desuso que tiene la provincia. “El único antecedente que observamos es en la ciudad de La Plata y que cuenta con el apoyo de la Universidad de ese lugar. Actualmente evaluamos alternativas y acompañamos al IOT en esto que seguramente va a significar alguna propuesta para que los niveles de decisión de la provincia, como la Legislatura, tomen cartas en el asunto y propongan, en alguna medida, algún proceso que contemple cómo debería hacerse con la recopilación de estos elementos nocivos”, concluyó.
Precisamente uno de los objetivos es generar un anteproyecto de Ley para que la Legislatura tucumana posibilite generar una planta de tratamiento y reciclado de pilas en la provincia.